lunes, 18 de enero de 2016

Rescatando la identidad cultural del país

¿Qué tal un cambio de actitud?
Fotografía tomada de: google images 2016

Nuestro país está lleno de innumerables costumbres, tradiciones, paisajes, y lo más importante, de personas distintas, trabajadoras, alegres, etc. Cada una hace que nuestra patria sea considerada como un lugar mega diverso y multicultural. Pero, a veces se nos olvida que poseemos tanta riqueza cultural y ecológica. Por eso, considero que es necesario que alguien trate de mostrarnos eso que hemos dejado en lo más profundo de nuestra memoria.

Pues, como se manifiesta en un artículo del diario La Hora del 28 de septiembre del 2012: "Para proteger esta diversidad cultural deben impulsarse investigaciones científicas es la base del desarrollo, políticas culturales y trabajar con enfoques multisectoriales integral, realizar alianzas con el sector educativo y público y las comunidades de base. Esto es fundamental para el desarrollo de la sociedad." (Castro, 2012)

No es una tarea fácil eliminar de nuestra cotidianidad esa costumbre histórica de discriminar a los demás. No obstante, debemos tratar de cambiar eso. Y, para hacerlo, no hay mejor manera que cambiando de actitud. Es decir, primero, es necesario que conozcamos o recordemos que nuestro país cuenta con 17 grupos étnicos. Estos se encuentran distribuidos en todo el país. No solamente existen personas en las ciudades importantes como Quito, Guayaquil o Cuenca. También, los hay en la región amazónica, en otros sectores de la Costa y en la zona interandina, así como en las maravillosas Islas Galápagos.  

Además, el grupo mestizo, no es el que ocupa todo el territorio ecuatoriano. Posiblemente, aquí es donde radique uno de los principales problemas en torno a la desigualdad social. Pues, el grupo históricamente mayoritario ha hecho innumerable esfuerzos por eliminar de su entorno eso que les podría ser “peligroso” o “perjudicial”. Es decir, el miedo por lo desconocido, por lo diferente provoca que las personas traten de manera distinta y hasta despectiva al indígena trabajador que llega a una nueva ciudad en busca de nuevas oportunidades. O, el afroecuatoriano que intenta emprender un nuevo proyecto y es tachado de delincuente o vago. O los habitantes de la Amazonía que son enmarcados bajo el título de bárbaros, solo por tratar de preservar sus costumbres y su hogar autóctono.

Es tiempo de darnos cuenta, que si existen delincuentes o personas que piden limosna no es debido a su buena voluntad. Más bien, es una respuesta a esos términos y actitudes denigrantes que la mayoría de nosotros hemos utilizado en algún momento. Pues, como dicen por ahí una mentira repetida cien veces se vuelve realidad.

Así que debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo para promover una sociedad diferente, en la que todos tengamos las mismas oportunidades. Qué mejor manera que cambiando uno mismo.
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Referencias:
Castro, E. (28 de septiembre de 2012). Diversidad cultural. La Hora. Sección Opinión. Recuperado de http://lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101400206/-1/Diversidad_Cultural.html#.VqIqTZrhDMw 

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